04 Nov DRNA recomienda designación de una nueva reserva natural en Dorado y reconoce la labor de los Grupos Tortugueros de Puerto Rico
La secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Carmen R. Guerrero Pérez, recomendó hoy la designación de la nueva Reserva Natural Playa Grande El Paraíso, en Dorado, por su alto valor ecológico y ser uno de los lugares de mayor anidación de tinglares en Puerto Rico y la región caribeña.
Guerrero Pérez presentó el documento de designación, en una conferencia de prensa en la que estuvo acompañada por el alcalde de Dorado, Carlos López Rivera, y el Grupo de Tortugueros de Puerto Rico, quienes apoyan la protección de esa área natural que ubica entre los kilómetros 24.3 y 20.3 de la PR-165, en el bario Mameyal.
“Durante las pasadas cuatro temporadas, se ha documentado que en Playa Grande ocurre la mayor cantidad de actividad de anidación de tinglar en toda la isla, tanto que el año pasado se llegaron a contabilizar 598 nidos y, en temporadas altas, un total de 17 mil neonatos. No hay duda para todos los científicos, que este es un santuario de importancia mayor para esta especie de tortuga marina en peligro de extinción a nivel de todo el Caribe”, expresó la planificadora.
Los terrenos que forman parte de la propuesta reserva cubren un área de superficie estimada en 53.73 cuerdas y 3. 93 kilómetros de playa.
Por su parte, el alcalde de Dorado expresó que; “Dentro de la Visión 2025 con mucho gusto se une a la recomendación de designar el litoral norte de la carretera PR – 165 “Playa Grande El Paraíso”-como la Zona de Reserva Natural; donde a su vez estamos trabajando un proyecto ambiental comunitario participativo. Sera en conjunto con ciudadanos ocupados con la belleza y el ambiente de Puerto Rico y Chelonia de Dorado- desde el Municipio se encomendó al arquitecto Jorge Rigau junto a estudiantes universitarios, la creación de un proyecto ambientalmente amigable, usando las corrientes de viento y la energía solar, para así tener la sede de operaciones de las organizaciones pro ambiente que el Municipio auspicia y con esto cumplimos con hechos y no palabras de que en Dorado, Paraíso de Puerto Rico, donde la Vida es Bella, el ambiente es importante para que la gente viva feliz”.
“Hoy Chelonia ve el gran paso del sueño de proteger y crear La Reserva Natural Playa Grande El Paraíso en Dorado, la cual fue adquiriendo más fuerza con la integración de voluntarios comprometidos con la especie. Los voluntarios de Chelonia provienen de todas las clase sociales y laborales. Dando su tiempo, talento y esfuerzo para ver realizado este sueño que se está siendo realidad por una mujer visionaria y quien dirige exitosamente una agencia dedicada al cuidado de los recursos naturales de todo un país. La secretaria del DRNA Carmen R. Guerrero Pérez con su equipo de trabajo cree en la importancia de seguir protegiendo nuestros recursos y poder dejar un legado a nuestras próximas generaciones, ella es y será parte de nuestra historia como pueblo”, expresó el director de Chelonia, Raymond Flores.
Guerrero Pérez afirmó que uno de los elementos que favorece la aprobación de la designación propuesta es que el lugar sitúa en bienes de dominio público de la zona marítimo terrestre, por lo que no se afecta ningún ente privado. Por tratarse de una franja litoral bastante angosta y por tener una carretera paralela a la misma (PR-165), esta playa podría verse afectada por contaminación lumínica y desarrollo urbano no planificado. Al designar esta playa como área protegida, no solo se está conservando este lugar para la perpetuación de una especie en peligro, sino también protegiendo la vegetación costera nativa, dunas, al igual que especies de aves marinas migratorias, entre otros organismos y ecosistemas.
Precisó además que las reservas naturales han demostrado ser la herramienta de manejo más efectiva para conservar, preservar y restaurar sistemas naturales de alto valor ecológico.
La particularidad ecológica y la gran actividad de anidaje de tortugas marinas documentada en esta playa, en especial del tinglar, hacen de esta área una propicia para el desarrollo de actividades educativas de índole ambiental. De manera adicional, este sistema sirve de laboratorio natural, en el que se pueden realizar investigaciones diversas. Tanto el DRNA como las organizaciones comunitarias, llevan a cabo un sinnúmero de proyectos de conservación de tortugas marinas y restauración del área. Anualmente, llegan a esta playa múltiples voluntarios para participar de dichos proyectos de conservación, patrullajes diurnos y nocturnos, y liberación de neonatos.
La zona litoral y sublitoral implicada se caracteriza por ser una playa arenosa de alta energía y fuertes corrientes mareales, y por poseer un sistema relativamente extenso de dunas de arena, vegetadas, que se extiende prácticamente a través de todo el largo de la playa.
La secretaria indicó que además la agencia evalúa mecanismos de protección a otras playas que constituyan hábitat crítico para las tortugas marinas.
Reconocen labor voluntaria de los Grupos Tortugueros de PR
Durante la conferencia de prensa, la titular del DRNA reconoció lo que describió como “la titánica labor voluntaria de las cientos de personas que conforman los Grupos Tortugueros de Puerto Rico”.
Por varios meses, los voluntarios se encargan de monitorear las playas, proteger las amenazas, llevar las estadísticas censales, liberar los neonatos que requieran asistencia. A ello se suma, la formidable labor educativa que efectúan.
“Puerto Rico está en deuda con este comprometido grupo de ciudadanos—incluidos varios niños—que hacen lo indecible por proteger una especie en peligro de extinción como las tortugas marinas”, señaló Guerrero Pérez.
Temporada mixta a nivel isla
Por otra parte, el coordinador del Programa de Tortugas Marinas del DRNA, Carlos Diez, mencionó que a nivel isla el año 2015 culminó con un total de 1,874 nidos que comparado con los 1,386 del año 2013, reflejó un aumento de 488. (Los tinglares tienen un comportamiento bienal por lo que se comparan las estadísticas de cada dos años).
El biólogo marino explicó que la eclosión fue variable porque produjo un estimado aproximado de 77 mil neonatos de tinglar (mayor que la temporada del 2013, 67 mil crías), pero el por ciento de eclosión fue más bajo de lo normal (un promedio 53 por ciento, mientras que en las pasadas temporadas reflejaron un 63 por ciento). “Es posible que la sequía haya tenido un efecto en la producción de neonatos, ya que la humedad es importante durante el período de incubación”, señaló el experto.
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