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Reserva Natural Isla de Mona y Monito

¡Bienvenidos a la página de la Reserva Natural Isla de Mona y Monito!

Reserva Natural Isla de Mona y Monito

La Isla de Mona es una de nuestras reservas naturales con mayor belleza escénica y con un incalculable valor ecológico. Este pequeño “Santuario Natural” de unas 13,449 cuerdas se le conoce como Mona.  Deriva su nombre del vocablo arauaco Amoná en honor al cacique de esa tribu.  La Reserva incluye al Islote Monito (34 cuerdas) y terrenos sumergidos hasta 9 millas náuticas.

 

Isla de Mona está localizada a una distancia de 45.7 millas de la costa occidental de Puerto Rico. Cuenta con un clima seco, clasificándose como una región semiárida o subtropical seca. La geología de la isla está compuesta de dos formaciones de roca caliza, la Dolomita de Mona y la Caliza de Lirio. La temperatura promedio es de aproximadamente unos 79º F con una fluctuación de unos 15º F. La isla mide unas 7 millas de largo por 4.2 millas de ancho y su forma es parecida a un grano de haba.

Atractivos Naturales

Acantilados :  

 

Estas enormes murallas naturales penetran verticalmente profundidades de 100 pies o más. Existe un acantilado submarino que se precipita unos 300 pies de profundidad. Este se conoce como el Veril del Carabinero. El fondo de la base de este acantilado submarino se inclina drásticamente hasta llegar a 1,800 pies de profundidad. A unos 130 pies, el acantilado tiene una terraza bien estrecha la cual se cree que representa un antiguo nivel del mar.  

Playas: 

 

Isla de Mona cuenta con las siguientes playas: Playa Brava, Playa Las Mujeres, Playa de Uvero, Playa Carmelitas, Playa de Cocos, Playa del Caigo, Playa Escalera, Playa Sardinera, Playa de Pájaros y ocho playas pequeñas tipo «U». Playa Sardinera y Playa Pájaros, son las más frecuentadas y utilizadas por los acampadores que solicitan permiso.  

Arrecifes:  

 

Una planicie costanera bordea la parte sur de la Isla de Mona. Arrecifes de Borde protegen la parte este y oeste de la costa sur del oleaje y encierran lagunas costaneras con profundidades que fluctúan entre 1-6 metros. En los arrecifes de borde se ha desarrollado un sistema de surcos y espolones del lado que da al mar. Los surcos en la costa este son perpendiculares al frete arrecifal. Aquellos en la parte norte de la costa oeste están orientados hacia el noreste, o sea, oblicuos al frente arrecifal. En la Isla de Mona, podemos encontrar 27 especies de corales pétreos (caracterizado por su esqueleto duro) y corales blandos.

Historia

La Isla de Mona fue ocupada por los indios Taínos en tiempos precolombinos. Ellos llamaban a la isla Amoná, nombre ancestral del cacique taíno que ocupó la isla. Se han encontrado diversos petroglifos y pictografías en cuevas que evidencian la presencia de estos en la isla. En un lugar cerca de Playa Sardinera se encontró un conchero, que es parte de un asentamiento o yucayeque taíno, en la isla. Los restos arqueológicos encontrados datan de 1000 A.D., pero los indios Arcaicos visitaban la isla cuatro mil años antes. Se desenterró una osamenta de lo que parece ser un indio del siglo XVI y un cemí tallado en roca coralina en la entrada de una cueva, la cual fue considerada por Ovidio Dávila, autor del libro, “Arqueología en la Isla de Mona”, como un hallazgo de valor extraordinario. La Cueva de Espiar, cerca de Cabo Barrionuevo, se destaca por sus estalactitas y estalagmitas. Pero más destacable aún es la gran relevancia como sitio ceremonial y ritual para los indios taínos que habitaron entre los años 1200 al 1580.

 

Debido a la estratégica ubicación, al quedar Isla de Mona entre Santo Domingo y Puerto Rico, la Isla ha sido visitada por diferentes personajes durante su historia y fue utilizada como escala, por muchos. Desembarcaban para aprovisionar, refugiarse o descansar. Cristóbal Colón desembarcó en la isla el 24 de septiembre de 1494. Tiempo después el primer gobernador de la isla de Puerto Rico, Juan Ponce de León, también visitó la Isla de Mona para el año 1508. Al encontrar indios que cultivaban la tierra, decidieron utilizarlos por muchos años para su beneficio. Los indios trabajaban en la elaboración del pan de casabe (yuca), el tejido de hamacas con algodón nativo, ajíes picantes, pescado crudo seco y otros productos para ser enviados por barco a la isla de Puerto Rico. Para la década de 1550, los indios fueron trasladados a Puerto Rico.

 

Al quedar abandonada e indefensa la Isla de Mona por los españoles, cuando se dedicaron a la explotación de oro en Perú, la Isla de Mona fue utilizada por los piratas de diversos países como un sitio ideal para reparar y refugiarse de los ataques perpetrados a Puerto Rico y Santo Domingo. Estos dominaron la isla por casi tres siglos y mermaron la población indígena. Para los siglos 17 y 18 las cabras y los cerdos, introducidos por los conquistadores, parecían ser los únicos habitantes de Mona. Terminada la amenaza de piratas, comienza en la Isla la explotación minera de guano en las cuevas, con propósitos comerciales. Esto representa un período importante en la historia de la isla que se extiende desde los años 1848 hasta el 1927.

 

La extracción de excreciones de los murciélagos (guano) con alto contenido de fosfato y otros minerales, fue muy preciado ya que lo convertía en un buen fertilizante. Aparentemente fue utilizado para los cultivos en la isla durante el siglo 16. La primera compañía de extracción de guano, organizada perteneció a Porrata Doria, de Fajardo y Juan Contreras de Madrid. En el año 1877, treinta y dos barcos llevaron 7,830 toneladas métricas de guano de la Isla de Mona a Inglaterra, Francia y Estados Unidos.  Se trajeron obreros de la Isla de Guadalupe para trabajar la extracción de guano en varias cuevas de la isla. En el período de la mayor actividad minera se estableció una colonia de doscientos mineros aproximadamente, . Fue entonces cuando se construyeron los caminos y se explotaron todas las cuevas de la isla, salvo las más remotas en el norte. Durante esta temporada, los fosfatos de la Isla de Mona se embarcaron a Francia, Noruega, Inglaterra, Dinamarca y Alemania. No menos de cincuenta barcos se cargaron de este producto entre 1890 y 1892.  En 1894, doce barcos se llevaron unas 4,500 toneladas métricas.

 

Debido a que la competencia con los depósitos de fosfato en Perú, Curazao y Florida, y la baja de la demanda por el descubrimiento de sustitutos más baratos, la explotación minera llegó a su fin. Al acabar la minería se limitó la población residente a visitas esporádicas de pescadores y algunos agricultores. Entre los residentes más conocidos en la isla se encontraba Eugenia Rodríguez (Doña Geña) que vivió con sus dos hijos en una cueva cerca de Playa Uvero desde el 1910 hasta 1943. Se sostenía del producto de la agricultura, la caza y la pesca. Por varios años fueron los únicos habitantes de la isla.

 

El faro de Mona, ubicado en la costa sureste de la isla, es el más grande en Puerto Rico y el único construido en hierro y acero. Según consta en el escrito, «Faros Españoles de Ultramar», el Ingeniero Rafael Ravena diseñó el plano original que tenía un edificio a cada lado de la torre. Este fue armado por estadounidenses y sólo ensamblaron un edificio. Este fue utilizado desde el 30 de abril de 1900, electrificado en el 1938 y automatizado en 1973. Dejo de ser utilizado en 1976.

 

En 1919, Isla de Mona y Monito fueron designadas Bosques Insulares por el Gobierno de Estados Unidos. Debido a su belleza escénica, valor histórico y de investigaciones científicas, las islas fueron designadas como Hito Natural Nacional (1975), Hábitat Crítico para la Iguana y la Boba de Mona (1984), Reserva Natural (1986), Hito Histórico Nacional (1993), Sitio Histórico (1996) y Hábitat Crítico todas las aguas que rodea a las islas (1998). Cuenta con áreas de acampar y un Centro de Investigación y Educación para el desarrollo y mejoramiento de las investigaciones científicas y como punto de orientación a los visitantes de esta Reserva Natural.

Información de Mona